Puede que solo sea una percepción muy personal mía pero creo que se enseña billar a los jóvenes e iniciados sólo cuando algún jugador, normalmente veterano, y con mucha generosidad lo hace, o porque la política de algún Club concreto afortunadamente tiene ese objetivo. Difícilmente se encuentra, al menos en España, algún directivo realmente volcado en tal noble actitud, y excepciono desde luego a José María Quetglas o a José Antonio Carrasco. Sus tiempos de dedicación y éxitos son incuestionables para mí.
Creo que existe una larga lejanía de la mayor parte de los directivos de las federaciones de esta labor didáctica y, en general, de los jugadores. Y sólo la mencionan en sus memorias anuales cuando los éxitos deportivos les decoran una pretendida prueba de sus éxitos de gestión que casi no ha existido.
Se ha hecho una intensa labor por la regularización y normalización del árbitro, con la creación de comités de los mismos, cursos para árbitros (a mi entender con importantes defectos en cuanto que priorizan las formas y no los fondos) y, a través de todo esto, generar una fuente de ingreso. Pero poco, muy poco, poquísimo por la regularización y normalización de los Entrenadores o Monitores, y lo que se ha hecho por desgracia después no acredita oficialmente títulos válidos ante las Comunidades Autónomas o Ayuntamientos, por lo que tampoco es viable lograr Escuelas Municipales y obtener las subvenciones oportunas para sostener esta labor didáctica. Por no mencionar que todo Club debería tener como mínimo un Entrenador o Monitor independientemente de un Director Deportivo cuyas labores pueden ser de otra índole (organizativas o administrativas por ejemplo).
Así que o seguimos dependiendo de la generosidad de alguien, lo cual es cuestión de tener suerte, o las Federaciones se toman con más seriedad este esencial asunto.
¿Queremos de verdad desterrar la imagen viciada del billar? ¿creemos de verdad que es un deporte? Pues no concibo un deporte como una actividad que precisa evidentemente y por supuesto de Jueces, Árbitros y hasta Comité Antidopaje pero sin necesidad de Entrenadores o Monitores por doquier. Me resulta nada coherente.