Hace algo más de un año se nos fué Falconeti. Prometí escribir un comentario sobre él transcurrido un tiempo. El día justo que falleció coincidía con una final de ránking en Granada que gané pero esa victoria fue agridulce, más bien amarga. Hubiera preferido infinitas derrotas y que él siguiera con nosotros. Justamente también fue en Granada unos años antes cuando él me ganó una final como también me la ganó en un campeonato absoluto de Andalucía en aquella época de blanco y negro con la que bromeamos los colegas. Y bromeamos, y quizás más con él porque si una virtud le caracterizaba, de las muchas que tenía, era su extraordinario sentido del humor que siempre acababa contagiándonos a los demás.
No se trata ahora, al menos para mí, de contar su trayectoria y logros deportivos, sino de recordarlo una vez más como lo recuerdo en cada momento. Más o menos hace unos dos años celebramos su cumpleaños en Antequera, él no esperaba esa sorpresa, y cuando entró en la sala y vió el centenar de personas que ese día estuvimos con él insinuó leve pero claramente una emoción que también es capaz de contagiarnos. Falconeti era contagioso para todo. Yo no soy creyente pero si lo soy, estoy seguro que ha terminado contagiando a todos los que están en el cielo, contangiándolos de su humor, de su sentido relativista de la vida, de su sinceridad.
En esa fiesta le regalé este poema:
Acaeció que en la calle arfe
ficiere en esto veintitanto
entróve un caballero
presto
de vivarás e sabia parle,
e dixóse que el mejor tanto
no pasare del sescento,
cuna guanye o yiyarrona
aqueste menester sin saber,
quiso a su parecer finar
por aciendas malagonas,
de donde presumía ser
el más diestro del lugar,
de su fiereza en las lides
del taco e bolas en tajo,
aseguro sin rodeo
dar fe de tal venires,
como era el desparpajo
de tan fino caramboleo,
disputóme uno absoluto
no face tiempo más atrás,
e constóme cual pardillo
que faciálas resoluto,
que le daba, y que total
mandóme para el banquillo,
díjose cual sorprendido,
¿pero que facto e ganado?
¿pero que trecho e fecho?
e mostróse agradecido,
por el bello título
logrado,
en buena lid e de derecho.
en otrora, años más tarde,
en un lugar de granada
dispútome otra final,
a las cinco de la tarde
e tras una cabezada
que pegóse en el sofá,
primer set para mí
que aún andaba dormido,
los otros para él,
pues terminó por decidir
que la siesta concluido
e fízolas de tres en tres.
no soy de superstición
pero no obstante me pesa
que creíame convencido,
quien eliminara a Falcón
ganábase la empresa
del torneo convenido,
estadística me avalaba,
créanme, de corazón,
pues dígolo con garra,
quien lo eliminaba
veíase ya campeón
con Falcón en la barra.
Mi amigo Falconeti, siempre estás en mi recuerdo.
No había tenido conocimiento antes, de que en tu blog, también se hacía poesía, y por ti, eres un monstruo, y mi opinión a cerca del artículo dedicado a nuestro Falconetti, es simpatiquisimo, sintiendo envidia sana por no haber podido estar en aquel día con todos los que disfrutasteis de su cumpleaños.
ResponderEliminarFelicidades campeón, nos vemos en Córdoba.