ALEJANDRO MUÑOZ

Con este primer título inicio un apartado que etiquetaré como "HOMENAJE". En este se lo dedico a Alejandro Muñoz.

Así constan en los archivos de http://apdbizkaia.com/:

"(BILLAR) ++ a p u n t e s, d a t o s y a n e c d o t a r i o ++ + El sevillano Alejandro Muñoz –ya fallecido- trabaja como profesor de billar en la Sociedad Bilbaína desde 1963 a 1973, y durante esos años juega con licencia vizcaína obteniendo 5 títulos de España. Javier Arenaza, un perfecccionista con el taco, le sucede y asume el puesto otros diez años a partir de 1973. + El más prestigioso de los torneos históricamente programados en la capital vizcaína es la Iwan Simonis Cup. Se disputa durante cuatro días a partir del 16 de septiembre de 1971 con este material de juego: billares Brunswick, bandas marca Rocket R.G., paños Simonis y bolas Super Aramith. El comité de honor de la competición lo encabeza Juan Gich, Delegado Nacional de Educación Física y Deportes. Pedro Aristegui ocupa la presidencia de la Diputación Provincial y Pilar Careaga de Lequerica es la alcaldesa de la villa de Bilbao. Al frente de la Sociedad Bilbaína se encuentra el abogado José Jesús del Arenal y de la Federación Vizcaína, Ignacio Zabalburu. A efectos deportivos, todas las miradas están puesta en el supercampeón Raymond Ceulemans, de Bélgica, que no defrauda y vence. Entre el austríaco Scherz, el belga Boulanger, el portugués Vinagre, el holandés Van Bracht, el francés Lasserre y los españoles Claudio Nadal y Alejandro Muñoz –éste con ficha vizcaína- suman 14 títulos del mundo y 24 europeos, lo que da idea del nivelazo del torneo. + En la competición de billar de los Juegos del Cantábrico de 1967, organizados por Bizkaia, Juanito Butrón gana la medalla de oro al cuadro 47/2 y el sevillano con licencia vizcaína Alejandro Muñoz otra de oro en la modalidad libre. El guizpuzcoano Javier Cuadrado se impone en la disciplina de a 3 bandas." Tuve la suerte y el privilegio de iniciarme en tres bandas disfrutando de la amistad de mi Maestro Alejandro Muñoz. Había una cualidad en él, era un gran "mirón", se sentaba horas y horas a ver partidos y jugadores y, en muchísimas ocasiones, yo era blanco de sus miradas.Alejandro Muñoz no se ceñía a felicitar o reñir según uno jugara sino que además aportaba numerosas observaciones y recomendaba y aconsejaba.En sus tiempos más joven, cuando prometía alcanzar grandes cotas desaparece del escenario billarístico y aparece de nuevo aproximadamente sobre 1985 por Sevilla. Nos visita a los jugadores del Círculo Mercantil y se establece en un bar donde instala una mesa de billar a la que acudimos a diario. Ahí logra aglutinar a una serie de jugadores del entorno de Sevilla. Poco tiempo después se crea el Club Billar Sevilla y a él se le nombra Presidente de Honor.Solo tengo palabras de agradecimiento hacia mi Maestro. Fue absolutamente generoso en entregarnos sus conocimientos técnicos. Sus recomendaciones que tenían mucho que ver con aspectos sicológicos fueron esenciales para mí, me transmitió seguridad y confianza, y reconozco que me sentí mimado por él.Algunas de sus frases son dignas de tratados billarísticos: "no tires hasta que se encienda la bombillita", "camina por la mesa", "dejarse caer = solución fácil", "intuye tu momento de actuar", "disciplina disciplina disciplina".

Sus "bravo" eran diferentes cuando sonaban entre el público, donde a veces, en las plácidas tardes billarísticas con música suave dormitaba. Tengo mil anécdotas de él pero sobre todo tengo un poco de su sabiduría. Fue campeón de España en diversas modalidades pero no siguió.

¿Cómo jugaba billar a tres bandas? Algunos podrían comentar que era un billar antiguo, pero se equivocan. Aunque su educación billarística fundamental nace de los años 60 era listo y conciente de los nuevos avances. Tenía esencialmente un juego intuitivo basado especialmente en su conocimiento de las reacciones de las bolas, básicamente a partir de sus aptitudes en el juego corto. En los últimos años que estuvo con nosotros ya no podía desarrollar por pérdida de facultades físicas todo lo que sabía, eso le enfadaba, y era natural. A todos nos va a ir pasando.

Dejo aquí, por último, una de sus soluciones originales a una posición relativamente difícil:

Era muy ingenioso. Gracias Maestro.